Formas de almacenar remolacha en casa.

almacenamiento de remolacha Las remolachas, como otras hortalizas de raíz, se almacenan bien en un lugar oscuro y fresco, como un sótano. La forma tradicional de almacenar las remolachas es ponerlas en cajas de arena y ponerlas en el sótano. Así las remolachas podrán mantener su sabor hasta la próxima temporada. La desventaja de este método es que los insectos pueden comenzar en contenedores con arena y estropear la cosecha de remolacha. Por lo tanto, para preservar las propiedades beneficiosas de los cultivos de raíces, es mejor almacenarlos en la sección de verduras del refrigerador en una bolsa de plástico. Consideraremos un método de almacenamiento de cultivos de raíces, en el que las remolachas permanecerán hasta la primavera sin perder sus propiedades beneficiosas.

Reglas generales de almacenamiento

Después cosecha de remolacha Bien limpio de residuos de tierra. Pero antes de eso, es recomendable que las raíces se tumben un poco al sol. El suelo seco quedará muy por detrás de las remolachas.

Antes del almacenamiento prolongado en el sótano, los cultivos de raíces no se pueden lavar del suelo, de lo contrario absorberán la humedad y comenzarán a pudrirse rápidamente.

Para el almacenamiento a largo plazo, solo los cultivos de raíces son adecuados que no se han visto afectados por enfermedades fúngicas o virales, y tampoco tienen signos de daño externo.

Almacenamiento en bolsas de plástico

Antes de guardar las remolachas en el refrigerador, lávelas dos veces. La primera vez en agua corriente, la segunda, en agua tibia con la adición de bicarbonato de sodio (1 cucharada por cada 10 litros de agua). Después de lavar bien las remolachas, corte la raíz principal y la parte superior junto con 5-7 mm de pulpa. Después de eso, debe permitir que las rodajas se sequen al aire, dejando las raíces sobre la mesa durante una hora. Luego, las remolachas se empaquetan en bolsas de plástico y, liberando la mayor cantidad de aire posible de la bolsa, se atan con fuerza.

Puede usar una pajita para jugo insertándola en una bolsa de verduras y extrayendo todo el aire a través de la pajita. ¡El resultado es el envasado al vacío!

Para una mayor estanqueidad, las remolachas se empaquetan en dos bolsas, colocando el primer nudo. Las bolsas se guardan en el frigorífico. Por lo que las remolachas se pueden almacenar durante la temporada de invierno. El principal secreto de este método es que las raíces no entran en contacto con el aire y por tanto no desaparecen.

Las hortalizas de raíz se pueden congelar en el congelador cortándolas en cubos y colocándolas en bolsas de plástico o recipientes de plástico. Las remolachas se pueden almacenar así durante todo un año hasta la próxima cosecha.

Acomoda pequeñas porciones de remolacha en bolsas para que te sea más conveniente sacarlas del congelador.

De esta forma, puede almacenar cualquier tubérculo excepto las patatas, ya que tras la congelación adquiere un sabor dulzón.

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